miércoles, 11 de mayo de 2016

Un Paseo por la Alameda. Capitulo I

" En ninguna ciudad de España he llegado a sentirme tan dichoso y a gusto como en Málaga".
Estas palabras las pronuncio el rey de los cuentos Hans Christian Andersen, después de visitar casi toda España.

Esta pasión que me inculcaron desde pequeño por esta bella ciudad me ha llevado a escribir un breve relato en el cual el principal protagonista es Málaga.
Lo voy a desgranar por capítulos en este blog de Alma de la UMA, y lo escribo y publico con el ánimo y el deseo de ayudar a conocer un poco mas esta bella ciudad, como era y cómo se vivía en el tercer tercio del siglo XIX.
Lo que si quisiera dejar muy claro es el hecho de que este relato es ficción, 
Y aunque para desarrollarlo me valga de personajes y situaciones reales, las he traslapado en el tiempo y me he encargado de juntar fechas y situaciones para hacer que ocurran, en un mismo tiempo y en un mismo lugar.
Es por esa razón que este relato es, pura ficción.
Una cosa es totalmente cierta, la fecha del comienzo y los acontecimientos atmosféricos que se producen, son reales y el personaje Arturo se corresponde con la edad que tendría en ese tiempo Arturo Reyes, nuestro insigne paisano y poeta.


Málaga en el último tercio del Siglo XIX:     
Ferreria La Constancia 1834
Es apropiado que para situarnos en el contexto de nuestra historia, entendamos cómo discurría  la vida en Málaga a finales del siglo XIX.
 En los comienzos de siglo y hasta mediados  de los años 1850 son años para la expansión de la industria, y el comercio en Málaga, se crean siderurgias,  manufacturas y textiles que hacen que sea entre todas las ciudades españolas  sin temor a equivocarnos, una de las que más había progresado a nivel industrial, hasta el punto de situarla como primera ciudad industrial de España.
Hasta esas fechas, se establecen en  Málaga, empresas y familias que la proveen  de un empaque y prestigio, que la hacen  de hecho situarse entre las más industrializadas de España. 
Su excelente ubicación, su puerto marítimo, su extraordinario clima, y sus muchas virtudes habían logrado  en aquellas fechas que multitud de personajes importantes alabaran y hablaran de ella como una de la más extraordinarias  ciudades del país.
Está Málaga llena de edificios, calles y paseos, que le dan un empaque que hace que la sociedad elegante de aquellos años, (segunda mitad del XIX) se sienta, muy orgullosa de ella.
Multitud de familias de alta alcurnia tanto inglesas como españolas ya se han establecidos en la ciudad y casan a sus hijos e hijas con lo más granado de las familias de la alta sociedad malagueña.
La familia Heredia, los Loring, los Larios, el marqués de Salamanca, los Scholtz, los Krauel, la familia  Souvirón,  etc.
Esta prosperidad emergente se reflejaba en resto de la población, los habitantes de los barrios malagueños especialmente los que vivían en los percheles y la trinidad, podían acceder con facilidad a los innumerables puestos de trabajo que se habían creado desde principio de siglo.
Llega a las familias malagueñas, los periódicos es decir la prensa, una actividad empresarial en emergencia, esto hacía que aquellos de la población que sabían leer y escribir estuvieran al tanto de los acontecimientos que ocurrían, no solo en Málaga sino en toda España.
La Bandera Liberal, El Avisador Malagueño, El Monstruo, Punto y Coma, la  Etcetera, La Gaceta Popular, el rotativo La Luz,  la Unión Mercantil, El noticiero Malagueño, El Correo de Andalucía, son algunos de los diarios semanarios y revistas que circulaban por la ciudad en aquellos años, dando a conocer los acontecimientos que se están desarrollando en el país.

 Entre estos encontramos en aquellos días del 1879, el enlace Real de su Majestad el Rey Alfonso XXII, con S.A.R. la Archiduquesa María Cristina de Austria, este regio acontecimiento propició, el indulto para miles de presos a lo largo y ancho del país, así como, la concesión  de numerosos premios literarios y académicos, que hicieron que muchos súbditos del reino de España se beneficiaran y nuestra querida Málaga no iba a ser menos.

Así que estas eran las circunstancia en medio de las cuales vivía nuestro protagonista el genial pero indomable Arturo.
Málaga 11 de Mayo del Dos mil 16


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